Es una enfermedad que se parece bastante a la lepra antigua, porque es discriminante.

Nunca he sabido ponerme a favor o en contra de la gente que rechaza a este tipo de enfermos porque tiene que ver con la situación personal de cada uno.

Es muy difícil tomar la situación de no ser fóbico ante la idea de compartir con un enfermo de HIV cuando se tienen hijos.

Es un tema que siempre me ha preocupado.

Con gran alegría y esperanza leí que hay novedades en ese campo, se ha encontrado la proteína a través de la cual la enfermedad ingresa al organismo humano.

En un laboratorio de la Harvard de Londres, de hizo el descubrimiento de cómo trabaja esa proteína y aunque los medicamentos actuales atienden precisamente esa proteína, la “proteína integrasa”, no se entendía cómo actuaba.

Ese mecanismo ya se ha descubierto, de manera que se podrán generar medicamentos mejores y más efectivos para controlar tan temible enfermedad.

Ahora cabe esperar que compartan el descubrimiento con el mundo, que tanto lo necesita, y sea accesible a todos.

Ahora tengo miedo que los procesos de la registración, patentes y demás asuntos que siempre conspiran contra una solución al alcance de todos impidan que estos enfermos disfruten ahora mismo del descubrimiento.

Un logro que sin duda mejorará la relación de la humanidad con esta enfermedad que tantos estragos ha causado.